¿Cómo mejorar tu imagen corporativa?

Sabemos que la imagen no lo es todo y que no podemos juzgar un libro por su portada, pero, lo cierto es que como empresa, la imagen que transmitimos a nuestros usuarios es muy importante. A su vez, las oportunidades para transmitirla son muy limitadas.

En el ámbito comercial, la primera impresión siempre es muy importante, incluso puede llegar a ser en muchos casos, la clave de nuestro éxito.

Además, debemos tener en cuenta que la imagen corporativa no se limita únicamente a la percepción de los clientes, sino que abarca también a los proveedores, trabajadores e incluso a los propios socios de la empresa.

Una imagen corporativa no se construye de la noche a la mañana, es un proceso que requiere de tiempo y de hacer las cosas bien de manera constante, un cliente siempre recordará un servicio extraordinario, y de igual forma, nunca olvidará un mal servicio.

Una buena imagen corporativa es una carta de presentación muy efectiva, no solo influirá en la adquisición y fidelización de los clientes, sino que también ofrecerá diversas oportunidades a la empresa en sus diferentes ámbitos de desarrollo.

En este artículo queremos darte algunos consejos para que mejores tu imagen corporativa y tus clientes te recuerden por ofrecerles un servicio extraordinario y de calidad.

¿Qué es la imagen corporativa?

Antes de empezar a comentar las claves para mejorarla, es importante que conozcas qué es y de qué se compone la imagen corporativa.

A pesar de lo que podamos pensar, la imagen corporativa no se limita únicamente al aspecto visual, sino que incluye mucho más. En sentido amplio, podríamos decir que es su identidad, la forma en la que una empresa o marca se proyecta en el mercado, tanto desde los elementos que se ven como en los que no se ven.

Estos componentes incluyen: las ideas, sensaciones, juicios, percepciones, experiencias y opiniones tanto positivas como negativas que tiene el público antes y después de conocer los servicios o productos de la marca.

En definitiva, se trata de lo que la empresa quiere que el público perciba sobre ella, lo que proyecta con sus valores, objetivos, y especialmente con sus acciones diarias.

Ventajas de una buena imagen corporativa

  • Una buena imagen corporativa es, por sí misma, un instrumento de marketing y promoción eficiente.
  • La buena reputación e integridad pasan a ser parte integrante de la imagen de la empresa, y permitirá diferenciarse de la competencia.
  • Una buena imagen corporativa proporciona seguridad, confianza y lealtad, además de convertirse en una herramienta para aumentar las oportunidades de la empresa.
  • Refuerza el vínculo de los trabajadores con el negocio, aumentando su sentido de pertenencia.
  • Es un valor que perdura en el tiempo, garantizando la fidelización de los clientes al reforzar su confianza en los productos.

Tipos de imagen corporativa

Hoy día se pueden diferenciar varios tipos de imagen empresarial, principalmente en función del receptor, entre las cuales se puede mencionar:

  • La imagen subjetiva: referida a la percepción de los integrantes de la empresa, lo percibido por los integrantes del equipo sobre la entidad desde dentro de la organización.
  • La imagen deseada: aquella que desean proyectar los creadores, directivos o gerentes de la empresa.
  • La imagen percibida: desligada de atributos internos o subjetivos. Refleja tal y como se percibe la empresa desde fuera.
  • La imagen difundida: se trata de la imagen corporativa que llega al público objetivo.

Técnicas y herramientas para mejorar la imagen corporativa

Contar con diferentes canales de proyección y modernizar los medios de comunicación

La imagen corporativa es, en gran medida, resultado de las estrategias de comunicación y marketing implementadas, por lo que es fundamental desarrollar una buena estrategia y contar con las herramientas adecuadas que nos permitan llevar a cabo las actividades planificadas en el tiempo y planteadas a largo plazo.

Ahora bien, es importante difundir el mensaje a través de las vías adecuadas, en función de la actividad empresarial y los objetivos. Para ello, es necesario implementar una estrategia que abarque y controle el perfil corporativo en redes sociales, la página web, las estrategias de marketing, y la interacción diaria de atención al cliente, desarrollando un perfil consistente y que se pueda adaptar a diferentes canales de comunicación.

Así, en los últimos años se han ido desarrollando una serie de herramientas tecnológicas que permiten gestionar de manera eficiente los medios a través de los cuáles pueden comunicarse los clientes. Es importante utilizar herramientas que nos permitan gestionar todos los tipos de interacciones que podemos tener con nuestros clientes.

Como por ejemplo, con centralitas telefónicas virtuales, sistemas que pueden ser muy apropiados para gestionar la comunicación con clientes y que pueden beneficiarnos dando así una buena imagen de la empresa.

Entre las ventajas de usar este tipo de servicios está el poder llevar a cabo integraciones con otras herramientas de gestión y canales de comunicación. De esta manera podremos unificar procesos de gestión y tener una comunicación empresarial omnicanal. El ahorro de tiempo de los agentes, la eficiencia del servicio y la rapidez van a hacer que nuestra imagen corporativa mejore notablemente respecto a nuestros clientes.

Integrar las distintas herramientas de la empresa

Un CRM se ha convertido en la actualidad en un elemento fundamental en cualquier empresa. Con él, podemos gestionar toda la información de los clientes y agruparla en un mismo lugar, al que pueden tener acceso todos los trabajadores de la empresa.

Ahora bien, aunque por sí solo ya proporciona numerosas ventajas, conectado a otras herramientas, lleva la funcionalidad de la empresa al siguiente nivel. Así, conectándolo por ejemplo a la centralita telefónica que mencionábamos anteriormente, tus agentes tendrán acceso a la información de los clientes en tiempo real en el momento en que se produzca la interacción, y podrán modificarla para que el resto del equipo disponga de ella.

De esta forma se garantiza una atención personalizada en todo momento y cualquier agente será capaz de proporcionar al cliente toda la información, independientemente de que lo haya atendido previamente él mismo o no. Los usuarios percibirán una imagen corporativa de preocupación por ofrecer una atención óptima constante.

Además, una centralita integrada con Zoho, Salesforce, HubSpot o cualquier otro CRM permitirá la identificación previa de los clientes, evitando así posibles malentendidos o informaciones erróneas que podrían perjudicar la imagen de la empresa.

Cuidar los elementos visuales

Otro de los aspectos fundamentales a desarrollar es lo que conocemos en sentido estricto como imagen. Es decir, los elementos visuales y todo aquello que se hará llegar a través de los sentidos al público objetivo, y que será lo primero que vean de la empresa o marca.

El diseño de estos elementos debe ser único, idealmente atemporal, y de apariencia limpia y profesional, enfocado en reflejar la personalidad de la empresa. Es importante, además, que una vez definidos estos aspectos, los mismos sean empleados en todo los elementos de la empresa para que el consumidor pueda identificar y distinguir la marca con facilidad en el mercado.

Construir y perpetuar una filosofía corporativa

Una vez definido el mensaje que se quiere hacer llegar, es el momento de mantenerlo y alinear la misión y visión transmitida con las acciones diarias, manteniendo la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, ya que de lo contrario, corremos el riesgo de que el cliente pierda confianza en la marca.

En este sentido, también es muy importante que los integrantes del equipo corporativo, desde los empleados hasta los directivos y accionistas, desarrollen sus acciones en función de la filosofía corporativa, y se focalicen en mantener la integridad de la imagen corporativa, sea en el ámbito que sea.

Instituir y mantener un compromiso social

No es que antes fuera menos importante, pero actualmente las empresas se han hecho mucho más conscientes de la necesidad de incorporar un valor social a su marca, comprometiéndose con proyectos sociales y promoviendo iniciativas que no sólo están enfocadas en la obtención de un beneficio económico o particular para la empresa. De esta forma, se humaniza la marca y se acaba por crear un vínculo emocional con el público.

Por tanto, para la empresa o marca, participar en proyectos sociales, o incluso desarrollarlos por iniciativa propia, le otorgará un gran impulso a la imagen corporativa, además de la satisfacción personal que puede significar la obtención de beneficios comunitarios que mejoren la calidad de vida de las personas.

Finalmente, es importante tener en cuenta que, cuando se decide mejorar la imagen corporativa, en la mayoría de los casos resulta conveniente el asesoramiento de profesionales especialistas, ya que se trata de un arma de doble filo que puede llevar a la empresa o marca al éxito, pero también ser la causa del fracaso si se vuelve incongruente y confusa para nuestro público objetivo.

Octubre 2021
Jordi Granell / Director Creativo